Londres… ¿Cuántas veces podré haber visitado esta ciudad en mi vida? Y jamás me cansaré de pasear por sus largas avenidas y de recorrer los mismos lugares año tras año. Porque es lo que tiene esta CAPITAL, con mayúsculas: que se reinventa de manera continuada de tal forma que siempre tiene más y más que ofrecernos.
Hablar de esta megaurbe quizás es un poco pretencioso. ¿Quién no ha estado alguna vez en ella y no conoce sus rincones más emblemáticos? Las continuas ofertas de vuelos y la enorme variedad de hoteles en el Reino Unido nos lo ponen muy fácil. Pero yo he decidido tirarme a la piscina. Porque llevo tiempo pensando en hablaros de ella, de la ciudad en la que nací y en la que me encuentro como pez en el agua.
Hoy os voy a hablar de, quizás, mi zona favorita de Londres. El South Bank. Un lugar en el que conocer la esencia de la ciudad de mil maneras diferentes. ¿Nos vamos de paseo? ¡Comencemos!
Se conoce como South Bank a toda la zona que comprende la ribera sur del río Támesis desde el puente de Westminster hasta el del Millenium. Un largo recorrido de varios kilómetros por el que se puede pasear apaciblemente mientras se admiran algunos de los enclaves turísticos más importantes de la ciudad.
La historia de este lugar tan emblemático se remonta a varios siglos atrás, aunque, realmente fue la zona norte del río la que empezó a despuntar en primer lugar. La razón es bastante simple: por su localización las condiciones climatológicas eran bastante mejores. Así que no fue hasta aproximadamente la Edad Media cuando la orilla sur comenzó a utilizarse. Eso sí, con los mejores fines a los que podía estar dedicada: el entretenimiento.
La zona se llenó de teatros, prostíbulos e incluso locales en los que los hombres medían sus fuerzas con osos a modo de espectáculo. Tiempo después la zona se fue transformando hasta convertirse en plataforma industrial de la ciudad y así se mantuvo durante prácticamente un siglo.
Pero el destino ya había decidido: la orilla sur del Támesis tenía que estar dedicada a la diversión y al recreo sí o sí. Por eso a principios del siglo XX, cuando comenzó justo en este lugar la construcción de la nueva sede del Ayuntamiento de Londres, el South Bank recuperó su verdadero espíritu.
Desde aquel día hasta hoy ha llovido bastante pero esa relación con la cultura y las artes se sigue manteniendo.
Así que comencemos a pasear. Por la ribera encontrarás lugares en los que se celebran cada año desde festivales de música y cine a eventos y exposiciones en galerías de arte. Edificios como el Royal Festival Hall, el Queen Elisabeth Hall, la Oxo Tower, el Royal National Theatre o la Tate Modern Gallery se han hecho hueco en el lugar convirtiendo el South Bank en el verdadero corazón cultural de la ciudad. Tampoco faltan el Sealife London Aquarium o el London Dungeon. Ante todo, variedad.
Disfruta caminando. Verás que gran parte del paseo, sobre todo en verano, se llena de artistas callejeros dispuestos a compartir su maestría con los viandantes. Acércate a ellos. Sé espectador del truco de magia que aquellos dos payasos están llevando a cabo. O, mejor aún, entretente con la actuación que aquella joven está ofreciendo acompañada tan sólo por su guitarra. Quizás lo que te apetezca sea perderte entre las montañas de libros que se venden en los mercadillos frente al Royal Festival Hall. O dejarte sorprender por las auténticas maravillas que hacen algunos jóvenes montados sobre sus “skates”. No temas, hay tiempo para todo.
Si me dejas que te aconseje, te diría que las tardes son el momento apoteósico del South Bank. A eso de las 5 los londinenses comienzan a salir de sus trabajos. Los turistas, que han llegado hasta este punto debido al reclamo de atracciones tan importantes como el London Eye, se han ido dejando arrastrar por el movimiento y el ambiente que se respira en este rinconcito de la ciudad. Decenas de bares, restaurantes, cafeterías y terrazas se llenan a rebosar y el gentío le otorga al South Bank un ambiente acogedor. Entran ganas de quedarse en la zona y disfrutar de cada una de las opciones que ofrecen. Ya sean artísticas o de cerveceo puro y duro.
Pero eso no es todo. El South Bank no sólo brinda todas estas alternativas: también nos regala algunas de la vistas más bonitas de la ciudad. Desde la zona más alta del London Eye tendrás una panorámica de la capital inglesa que deja sin palabras. El atardecer te regalará la silueta recortada en el cielo del Parlamento y el Big Ben. Desde la Oxo Tower podrás ser testigo de cómo Londres se prepara para la noche encendiendo cada una de sus luces. Contando, por supuesto, con la imagen de la todopoderosa catedral de St Paul´s presidiendo la estampa.
Así que prepárate para conocer la ciudad desde la mejor de las perspectivas. Organiza tu tiempo y dedica por entero una tarde a esta zona de la capital inglesa. Olvídate del ajetreo y las prisas del West End. Londres tiene mucho que enseñar, pero durante este paseo, posiblemente el más bello de la ciudad, disfrutarás realmente de su esencia.
amo Londres.
Me encanta tu blog!!
Yo solo estoy empezando un blog de viajes y espero algun día poderlo hacer tan bien!
Saludos y sigue así !!!!
Adriana
ai que ganicas de volver a Londres!!! 😀
Hola, voy a viajar a Londres a final de mes, y me he apuntado el South Bank para poder pasear. Será mi primera vez en Londres, y cualquier dato me sirve de gran ayuda!! gracias
Hola María!!
Pues seguro que te encanta, ya verás. Disfrútalo sin prisas, sentándote y observando cada vez que puedas. Es un lugar precioso y con mil opciones! 🙂
Es un post genial como lo es Londres, de verdad que me ha encantado. Pásate por <a href= http://www.viajarmundos.com/europa/inglaterra/ y verás otros sitios para visitar por el continente y el resto del mundo. Un saludo 😉