Marrakech.
Ciudad mágica de chilabas y bazares. De rascacielos y mezquitas. De té a la menta, comino y picante. De fotogénicos aguadores y traviesos monos. De callejuelas imposibles y oficios perdidos. De pobreza. De glamour.
Un lugar donde las oraciones se sienten en la madrugada. Donde la tranquilidad se cobija en jardines y palacios. Donde el cuero es de colores y el hierro toma formas inimaginables.
Marrakech, una ciudad en la que la belleza está presente en cada rincón.
Después de pasar unos días en la ciudad de las mil y una noches, os dejo un resumen en forma de imágenes. 13 postales desde Marrakech.
¡Espero que os gusten!

La gastronomía es algo de lo que disfrutar sin cesar en Marrakech. Puesto de pinchitos en las calles de la medina.

El rincón más clásico de todos los que existen en la ciudad marroquí: la Plaza Djemaa el Fna y sus puestos de comida.

Este es el azul de las parades de la antigua casa de Yves Saint Laurent. En el Jardin Majorelle, uno de los oasis de Marrakech que merecen una visita.

Uno de los oficios más antiguos. Entre pieles de camello, cordero y oveja… los curtidores de Marrakech.
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